sábado, 13 de abril de 2013

Beneficios de SOA

Los beneficios de SOA para una organización se plasman a dos niveles distintos: al del usuario
corporativo y a nivel de la organización de IT.
Desde el punto de vista de la empresa, SOA permite el desarrollo de una nueva generación de
aplicaciones dinámicas que resuelven una gran cantidad de problemas de alto nivel, fundamentales
para el crecimiento y la competitividad. Las soluciones SOA permiten entre otras cosas:
• Mejorar la toma de decisiones. Al integrar el acceso a los servicios e información de
negocio dentro de un conjunto de aplicaciones dinámicas compuestas, los directivos
disponen de más información y de mejor calidad (más exacta y actualizada). Las personas,
procesos y sistemas que abarcan múltiples departamentos pueden introducirse de forma más
directa en una panorámica unificada, lo que permite conocer mejor los balances de costes y
beneficios que se producen en las operaciones de negocio que se realizan a diario. Y al
disponer de mejor información en un tiempo menor, las organizaciones pueden reaccionar de
manera más ágil y rápida cuando surgen problemas o cambios.
• Mejorar la productividad de los empleados. Un acceso óptimo a los sistemas y la
información y la posibilidad de mejorar los procesos permiten a las empresas aumentar la
productividad individual de los empleados. Estos pueden dedicar sus energías a los procesos
importantes, los que generan valor añadido y a actividades de colaboración,
semiestructuradas, en vez de aceptar las limitaciones y restricciones impuestas por los
sistemas de IT rígidos y monolíticos. Más aún: puesto que los usuarios pueden acceder a la
información en los formatos y modalidades de presentación (web, cliente avanzado,
dispositivo móvil), que necesitan, su productividad se multiplica en una gran cantidad de
escenarios de uso, habituales o nuevos.
• Potenciar las relaciones con clientes y proveedores. Las ventajas de SOA trascienden las
fronteras de la organización. Los beneficios que ofrece SOA trascienden los límites de la
propia organización. Los procesos de fusión y compra de empresas se hacen más rentables
al ser más sencilla la integración de sistemas y aplicaciones diferentes. La integración con
partners comerciales y la optimización de los procesos de la cadena de suministro son, bajo
esta perspectiva, objetivos perfectamente asequibles. Con SOA se puede conseguir mejorar
la capacidad de respuesta a los clientes, habilitando por ejemplo portales unificados de
servicios. Si los clientes y proveedores externos pueden disponer de acceso a aplicaciones y
servicios de negocio dinámicos, no solamente se permite una colaboración avanzada, sino
que se aumenta la satisfacción de clientes y proveedores. SOA permite flexibilizar los
procesos críticos de compras y gestión de pedidos –habilitando modalidades como la
subcontratación de ciertas actividades internas- superando las restricciones impuestas por
las arquitecturas de IT subyacentes, y con ello consiguiendo un mejor alineamiento de los
procesos con la estrategia corporativa.
SOA contribuye también a documentar el modelo de negocio de la empresa y a utilizar el modelo de
negocio documentado para integrar en él y dar respuesta a las dinámicas de cambio que se produzcan
y optimizarlo de acuerdo con ellas.

Desde el punto de vista de los departamentos de IT, la orientación a servicios supone un marco
conceptual mediante el cual se puede simplificar la creación y mantenimiento de sistemas y
aplicaciones integrados, y una fórmula para alinear los recursos de IT con el modelo de negocio y las
necesidades y dinámicas de cambio que le afectan.
• Aplicaciones más productivas y flexibles. La estrategia de orientación a servicios permite
a IT conseguir una mayor productividad de los recursos de IT existentes –como pueden ser
las aplicaciones y sistemas ya instalados e incluso los más antiguos- y obtener mayor valor
de ellos de cara a la organización sin necesidad de aplicar soluciones de integración
desarrolladas ex profeso para este fin. La orientación a servicios permite además el
desarrollo de una nueva generación de aplicaciones compuestas que ofrecen capacidades
avanzadas y multifuncionales para la organización con independencia de las plataformas y
lenguajes de programación que soportan los procesos de base. Más aún: puesto que los
servicios son entidades independientes de la infraestructura subyacente, una de sus
características más importantes es su flexibilidad a la hora del diseño de cualquier solución.
• Desarrollo de aplicaciones más rápido y económico. El diseño de servicios basado en
estándares facilita la creación de un repositorio de servicios reutilizables que se pueden
combinar en servicios de mayor nivel y aplicaciones compuestas en respuesta a nuevas
necesidades de la empresa. Con ello se reduce el coste del desarrollo de soluciones y de los
ciclos de prueba, se eliminan redundancias y se consigue su puesta en valor en menos
tiempo. Y el uso de un entorno y un modelo de desarrollo unificados simplifica y
homogeneíza la creación de aplicaciones, desde su diseño y prueba hasta su puesta en
marcha y mantenimiento.
• Aplicaciones más seguras y manejables. Las soluciones orientadas a servicios
proporcionan una infraestructura común (y una documentación común también) para
desarrollar servicios seguros, predecibles y gestionables. Conforme van evolucionando las
necesidades de negocio, SOA facilita la posibilidad de añadir nuevos servicios y
funcionalidades para gestionar los procesos de negocio críticos. Se accede a los servicios y
no a las aplicaciones, y gracias a ello la arquitectura orientada a servicios optimiza las
inversiones realizadas en IT potenciando la capacidad de introducir nuevas capacidades y
mejoras. Y además, puesto que se utilizan mecanismos de autenticación y autorización
robustos en todos los servicios –y puesto que los servicios existen de forma independiente
unos de otros y no se interfieren entre ellos- la estrategia de SOA permite dotarse de un nivel
de seguridad superior.

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